El mundo de la literatura no difiere demasiado del mundo de la Carpintería o de la Gimnasia o de la Ingeniería. Existen el recelo, el egoísmo, el elitismo, la envidia , y todos esos duendecillos que acosan a los poetas ingenuos que sólo tienen este sueño: reunirnos todos alrededor de un fuego y destellar nuestra luz sin opacarnos.
El caso de Miriam R. Krüger es excepcional, porque no sólo es una extraordinaria poeta, sino una extraordinaria mujer. Conocí a Miriam por medio de las redes virtuales, en un principio pensé que se trataba de otra poeta soberbia que alardeaba de haber publicado en un país extranjero, en este caso Luxemburgo, y que no habría posibilidad de entablar relación alguna.
Me equivoqué en toda la dimensión del error, pues comenzamos a tener largas conversaciones-han de saber que dos poetas mujeres tienen muchísimo más en común, pues no somos ajenas a manisfestaciones de sexismo y androcentrismo rezagados. Fue así como estreché lazos con esta jovencita más peruana que el "ceviche", según sus propias palabras, que no sólo desbordaba energía y vivacidad sino algo valiosísimo y extremadamente raro , humildad.
Llegué a leer el poemario de Miriam R. Krüger, "Potpurrí", escrito en español, francés, italiano , luxemburgués, (me sorprende que no en inglés), en formato PDF, y bastó para entrometerme en su mundo interior y conocerla en sus desventuras y pasiones, en sus rincones más alejados, aquellos que se negaban intrínsecamente, pues recordemos lo que decía Virginia Woolf, "Somos como un libro de cientos páginas y nuestros amigos sólo pueden leer el título". Al leer el contenido del poemario estaba penetrando un terreno prohibido y espléndido.
La poesía de Miriam es sencilla, no tiene necesidad de rebuscar palabras refinadas, sinónimos arcaicos, métaforas enrevesadas; la poesía de Miriam está hecha para todos y todas los que quieran embriagarse de vida y pasíon sin ser literatos o literatas. El Arte pues, deja de ser un privilegio de la realeza entiéndase de los poetas y pasa a ser dominio público.
Miriam le canta al amor, pero a ese amor desilusionado, a ese sentimiento de traición que envuelve nuestra alma cuando el ser amado nos arroja de su vida. Le canta a la noche, porque en ese momento exacto cuando las estrellas iluminan nuestros sueños, el tiempo parece detenerse y con él nuestra agonía. Le canta a los vicios de la posmodernidad, porque a veces quedamos atrapados en la maraña de extensión mundial, donde los amigos se etiquetan y los momentos se cuelgan.
Le canta a la familia, porque sólo en ella encontraremos un sosteén verdadero cuando nadie más supo responder. Le canta a la emoción intrínseca, a la alegría, a esa ambrosía que experimentamos en nuestras gargantas cuando algo genuinamente dulce nos ocurre, que puede ser un saludo a las 3 de la mañana, o un beso mientras dormimos y evocamos en sueños.
El Potpurrí es justamente, la composición musical formada de fragmentos o temas de obras diversas. Dicho de otro modo, una cajita musical que esconde el alma de quien la creó, en toda su magnitud, en su luminiscensia y oscuridad, en su clamor y en su desengaño, en su grandeza particular.
Héctor Ñaupari, notable escritor peruano, ya había reseñado este segundo libro publicado, y debo reafirmar una frase particularmente contundente : "El siglo XXI será de la mujer".
Bienvenida Miriam R. Krüger a las Letras Peruanas.
Bienvenida Miriam R. Krüger a las Letras Peruanas.
Karina Bocanegra Salcedo (poeta, narradora, ensayista, docente, fotógrafa peruana)
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