[Kamikaze]
Para un suspiro, mejor un ataque terrorista contra el amor.
Un ataque kamikaze con mucha pólvora/
con mucho fuego y caos/
con mucha sangre.
Que las llamas del odio nos impacten
y nos enmudezcan/
y nos silencien/
y nos detengan en la charlatanería
de todas las horas hábiles/
y que nos hagan calar
en medio del poder absoluto del silencio/
para que escuche al último de tus duendes/
cantando sobre la absurda realidad,
bailando como un borracho feliz y psicótico/
levantando un tarro de cerveza con el que (cursi)
vuelve a sentirse vivo y (de nuevo) cree en las películas de amor.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
Así nos quedamos con la mejor parte/
la que no nos invade el insomnio
por ocupar la mitad de la cama/
la que no altera las manías de nuestra vida
o nuestra costumbre de muerte/
la que siempre sonríe y jadea/
y no apesta/ y no ronca/
y no se pedorrea bajo las sábanas.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
y mejor la vida compartida sin compartir la renta/
sin compartir la comida y deglutir cosas raras/
sin compartir el teléfono y los celos/
sin compartir el televisor/
al que odiamos
por que es lo único que nos unía/
en silencio/ sin vernos/
sin tocarnos, sin sentirnos.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
directo a nuestro inconsciente yo/
posesivo/ obsoleto/ paranoico/
Y no despertar con la camisa de fuerza/
con los rayos del atardecer abrazando nuestras alas,
y las estrellas cosiéndonos las garras/
acurrucándonos la angustia de sentirnos solos
por que esa persona se marchó
y no se llevó sus cosas/ ni sus ansias/
y nos dejó tomando té con sus fantasmas/
y nos dejó sus fobias entre las sábanas.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
y no las cuentas de los terapeutas de toda la familia/
(incluyendo al perro que cayó preso por violar al gato)
y no los intereses de las tarjetas de crédito
para bajar los kilos que nos amamos/
para volver a invertir en plumas y joyas/
y enamorarnos de nosotros y de nadie más,
por que quien sigue no se quedará y al final se mudará.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
y no las pensiones del divorcio
y de los hijos y de los colegios.
Y no los pagarés del auto, del tuyo y del otro/
y del que quiere tu nuevo romance
(quien en realidad ya había sido tuyo en el pasado)
quien ha vuelto para cobrarte la factura de hace
10 años, 6 años, 2 años, 3 meses . . .
666 siglos.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
y no la destrucción que los demonios del otro
provocan en la comisura de tus labios/
sellándolos/ lisiándolos/
para que no sientas/
para que sólo bosteces
y vomites las migajas de lo que todavía sientes.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze/
y no comernos mutuamente en el teatro del odio y el reclamo.
Por que, aún exhaustos, tendríamos que correr
para aprovechar el bufete del show de nuestra miseria/
donde el plato principal ofrece la pus de nuestros poros/
los huesos de nuestros cosmos/ las quesadillas de sesos
que gastamos en mantener las mentiras/
para no ser culpables y no salir perdiendo.
Por que a nadie le place que lo odien/ que lo dejen/ que lo abandonen…
Por que nos convertiríamos en perdedores, inadaptados y empedernidos promiscuos e inmaduros/
por que estamos secos/ por que somos desierto/ por que somos arena y tiempo/
siempre el maldito tiempo.
Por eso/ para un suspiro/ mejor un ataque kamikaze.
Poema incluido en el libro KRONOS (2006)
Edit. Cascada de Palabras, cartonera
http://monicagameros.blogspot.com/2011/06/kronos.html